jueves, 24 de noviembre de 2011

Estrategia vs. táctica en el marketing cinematográfico

De manera muy elemental, se define como marketing estratégico a aquel que se centra en definir el producto que se va a desarrollar para cubrir una necesidad del mercado según los siguientes condicionantes: segmentación de mercado (elección del target al que se dirige); elección del público objetivo y posicionamiento (relación del producto y productora con su competencia) y como marketing táctico u operativo aquel que se centra en comunicar el producto al consumidor mediante las técnicas de venta y definición de los sistemas de promoción y publicidad a utilizar.


Cuando el marketing táctico viene condicionado por la presurosa necesidad de estrenar una película y en el desarrollo del producto/proyecto no se ha realizado un planteamiento estratégico que haya adecuado, de alguna manera, el producto al mercado, incluso modificando el producto inicial, habrá que confiar en la buena elección de la única línea de acción que la distribuidora quiera poner en marcha, aunque eso pueda alterar la comunicación de la linea ideológica que el director y productor hubieran imaginado.
Llegado este momento, hay que confiar que, el olfato y la flexibilidad creativa de estos profesionales, toquen la tecla adecuada.

Pero las preguntas siguen ahí y estaría bien el contestarlas.
¿Realmente es necesario un planteamiento estratégico para vender mejor una película?. ¿Es suficiente un buen presupuesto destinado a marketing táctico para facilitar el éxito de una película?.Cuando ese presupuesto necesario para el marketing táctico no va a estar disponible ¿podría ser solucionado con otro planteamiento de marketing estratégico?. ¿Es necesario el planteamiento estratégico sólo cuando no hay dinero para publicidad y promoción (producciones de bajo o medio presupuesto)?

Estrategia y táctica podrían estar obligadas a convivir en el desarrollo de cualquier producto, los audiovisuales también, y ser consideradas no sólo como algo ajeno al producto (producto producido) sino como algo que puede modificar sustancialmente el guión original y la fase desarrollo del proyecto.
Es complicado que uno pueda convivir sin el otro, ya que un planteamiento de marketing estratégico sin un objetivo táctico, terminaría convirtiéndose en un ejercicio especulativo sin resultado práctico y la pura implementación táctica, sin un previo planteamiento estratégico, en un ejercicio oportunista, "cortoplacista· y acomodado a la situación coyuntural.

El marketing online  no es más que el que utiliza una serie de plataformas específicas, pero marketing al fin y al cabo, por tanto, sujeto a las mismas líneas argumentales, comentadas anteriomente.
Y aquí nos encontramos con las mismas cuestiones, dudas,... ¿Nos preocupamos de implementar un marketing online táctico solo cuando nos vamos acercando al estreno? 
Montamos un website, contratamos un comunity manager, creamos un perfil en facebook, un concurso y lo aderezamos con un poquito de Twitter.... 
¿Para qué? ¿Cual es nuestro producto? ¿Cual es el público al que nos dirigimos? ¿Nuestro público está online? ¿Qué vamos a hacer con él? 
Si, dos semanas antes del estreno, nos damos cuenta que a la gente le importa poco lo que hemos hecho ¿Qué vamos a hacer con nuestro producto?
Realmente creo que traemos al mundo online, en algunos casos, los mismos vicios, miedos y sentido unidireccional de la comunicación que en la llamada "publicidad y marketing tradicional", desaprovechando todas las oportunidades y enriquecimiento que nos facilita, más allá de los nuevos lugares comunes a todos aquellos que se sienten online: fansgropus, crowfunding, transmedia,...
Tengo la sensación de que no hemos aprendido nada porque estamos acostumbrados a pensar tácticamente, adecuando nuestros productos, elaborados sin tener en cuenta a nuestro mercado, a nuestros posibles clientes y a sus gustos o necesidades.


Un buen marketing estratégico, junto al desarrollo del proyecto, quizás ayudaría a adecuar los productos a sus potenciales compradores (off y online) antes de comenzar a producirlo.
Minimizar los riesgos de rentabilidad es casi un deber en este tipo de producción que tantos esfuerzos y energías cuesta.
Y siempre, con la suficiente anterioridad, permitirá el sano ejercicio de ensayo-error-acierto y sopesar muchas opciones creativas de marketing táctico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario