martes, 31 de enero de 2012

La que tenemos encima

Desde Filmarketing se comenta sobre "la que se nos viene encima", en relación al cine a producir en España.
Según Aitor, a quién no tengo el gusto de conocer personalmente, la reducción de las subvenciones; la nueva política de cultura del PP, poco favorable a las ayudas estatales a un sector por el que tiene escasas simpatías, va a causar que, los productores, acometan pocos proyectos ambiciosos.
Tal como está el país, mal que nos pese a los que nos interesa la producción audiovisual en España, es lógico que se recorten subvenciones en "cultura" y, sobre todo, a un sector que, en algunos casos, se posicionó muy claramente frente al PP.  
No voy a incidir en lo ya comentado sobre mis consideraciones sobre la cultura y la industria o sobre el cine de autor y el de consumo, pero hemos tenido años de subvenciones en los que, con ellas y los derechos de emisión, podría haberse construido un tejido industrial y no, exclusivamente, cultural. Por tanto, que cada mástil aguante su vela.
La Ley Sinde-Wert-Sociedades de gestión de derechos es una ley lógica dentro de la defensa de unos intereses que permiten a los intermediarios ingresar unas buenas  cantidades por la gestión de esos derechos y que facilitan montar infraestructuras como la Sgae, con sus claroscuros correspondientes, y que haya "autores" que sigan cobrando buenos ingresos mensuales por producciones realizadas a lo largo de sus vidas.
Pero la citada ley, a priori más radical que la propia SOPA americana, puede llevarse por el camino una serie de libertades ganadas con la Internet y que pueden ser analizadas desde diferentes puntos de vista, como en el artículo conjunto de Ignasi Guardans y Enrique Dans.
Tengo claro algo en lo relativo a la relación de ingresos de taquilla para las producciones españolas y las descargas a través de internet: no creo que el penalizar las descargas de películas españolas a través de P2P vaya a llevar más espectadores a la salas. Una cosa es descargarse ciertas películas españolas gratuitamente y otra la de desplazarse y comprar una entrada, y este asunto es algo que, para no echar balones fuera, deberían plantearse los productores: ¿para quién produzco?.
Supongo que alguien podrá justificar la influencia que tienen las "descargas ilegales" en la rentabilización de una producción audiovisual española, así como las estadísticas  y los ingresos de las películas españolas a través de los "streamings legales" como, por ejemplo, Filmotech.
D. José María Otero, ex Secretario General y Ex Director Comercial de TVE, abogaba por un cambio de mentalidad que nos conduzca a analizar dónde está el problema de la película, en vez de achacar su falta de rentabilidad a una mala distribución, a un mal lanzamiento, o....añado yo... a esos piratas de la propiedad intelectual, a esos traficantes de cocaína fílmica o a esos vendedores de vino y rosas robados...
Estoy cansado de los lamentos de algunos que, durante muchos años, exclusivamente a base de subvenciones   y derechos de emisión, han creado productos que les generan derechos de autor y que, casi nunca, consiguieron recuperar el presupuesto invertido, ni con la taquilla ni con la TV y cuyas cuentas personales, como directores/productores, se engrosaron. No todo fue así , ha habido y hay loables ejemplos, pero mirarse el ombligo no es mirar hacia el espectador.

2 comentarios:

  1. Hola, yo soy Aitor, el que ha escrito el post en Flmarketing. Encantado de leerte.
    Estoy de acuerdo con la mayoría de las valoraciones que haces, yo me limito a exponer un hecho, si los productores no van a tener acceso a las ayudas que antes tuvieron, no se van a arriesgar. Leyendo tu post recordé la entrevista que le hizo el Follonero a José Luis Sampedro. Este le preguntó al profesor "si yo dijese en un examen suyo que el motivo de esta crisis económica es que la sociedad a vivido por encima de sus posibilidades, usted me aprobaría?" Él le respondió que "no, con esa respuesta le suspendería. Porque es imposible vivir por encima de la posibilidades. Si la gente pedía créditos y se los concedía era porque esa era una posibilidad que tenían, y por lo tanto sólo estaban aprovechando sus posibilidades". Tan sencillo y tan genial, verdad? Algo parecido ocurre con la producción, se acusa a los productores de aprovecharse de las subvenciones que, al fin y al cabo sólo eran una posibilidad que estaba ahí para que la utilizasen. Ahora parece que estamos cambiando de modelo, de una subvención pública a una más basada en la inversión privada. Por mí estupendo, al fin y al cabo así funcionan las cinematografías más poderosas, principalmente la americana. La pena es que este cambio se haga en un momento de recesión tan fuerte, donde es muy difícil que las empresas decidan invertir en cine.
    Enhorabuena por tu blog, muy interesante.

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    1. Gracias por el comentario, Aitor. Leo tus interesantes post desde hace tiempo; a veces comentamos conjuntamente los post de Pancho Casal y supongo que los de Gonzalo Martin, y ahí andamos...
      No acuso, reflejo una realidad que conoces bien y que ha funcionado sin crear una verdadera industria mientras se producían algunas películas que ni se estrenaban...
      Amo el cine y me apena que, pocas producciones, se planteen para ser comercializadas de una manera rentable. Todo esto es complejo pero mis comentarios van hacia ese necesario cambio de mentalidad para la supuesta industria audiovisual española.
      Un abrazo.

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